Estrategia
“Cero Covid” en China detiene (también) a
las cadenas de suministro y el crecimiento en
Latam
Por: Rafael Vasquez | Regional Vice
President, Value Services Coupa
China vive confinada; ésto a partir de
que sus autoridades fortalecieron –aún más– la estrategia sanitaria para
contrarrestar el aumento de contagios registrado en su territorio durante las
últimas semanas. Conocida como política “Cero Covid”, ésta se basa en una serie
de disposiciones que establecen el encierro forzoso de gran parte de la
población, además de otras medidas restrictivas.
Aunque de entrada se reconoce el enorme
esfuerzo de esa nación por contener el avance del virus, el otro lado de la moneda
refleja cómo la mayor parte de la actividad económica de China también está en
cuarentena. Y esas, por supuesto, no son buenas noticias para nadie, mucho
menos para las cadenas de suministro y el desarrollo de otros sectores
productivos en el mundo.
Amenaza
para las cadenas
Apenas hace unas semanas se dio a conocer
que, durante el primer trimestre de este año, China alcanzó un crecimiento de
4.8% en comparación con el mismo periodo del año anterior; sin embargo, los
efectos del Covid y la guerra en Ucrania también han diezmado sus números, ya
que expertos analistas habían pronosticado que durante enero, febrero y marzo,
el incremento rondaría el 4.3 por ciento.
Pero lo más alarmante de esta situación
es el freno en el que se encuentran las supply
chains en prácticamente todo el mundo. En Shanghái, por ejemplo, que cuenta
con uno de los puertos más grandes e importantes a nivel internacional, los
bloqueos sanitarios del gobierno chino han dificultado la operación de este
punto y el desarrollo comercial de empresas tan importantes como Apple y Tesla.
Y eso es sólo “la punta del iceberg”.
Según previsiones, el crecimiento de las
exportaciones de China podría llegar a contraerse a su ritmo más débil desde
junio de 2020; por si esto no fuera poco, los efectos de la inflación en los
precios de alimentos están haciendo mella en los habitantes de esa zona,
confinados también en sus hogares e imposibilitados a regresar a la actividad
productiva (lo que supone atrasos en varios eslabones); ese es el panorama que
se vive en ese territorio asiático.
,¿Y esto cómo afectará al desarrollo de
Latinoamérica?
Impacto
en todo el mundo
De acuerdo con el Banco Mundial (BM), la
inflación en todo el planeta continuará al alza hasta 2024; de hecho, el mismo
organismo dio a conocer que alrededor de la mitad de las economías más
prósperas a nivel internacional presentan índices inflacionarios mayores a 5% .
Todo derivado, como ya lo hemos comentado,
del conflicto armado en Ucrania y las restricciones sanitarias en China.
En Latinoamérica la situación es también
preocupante. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), cerca del 40% de los
países en esta región implementaron nuevas medidas para paliar los efectos de
la inflación, a través de carga fiscal y planes de cooperación en conjunto con
la iniciativa privada (IP). Para este mismo organismo, el encarecimiento de
precios y la disminución de la capacidad de adquirirlos podría llegar a 10%
este año.
Entonces, ¿qué pueden hacer las empresas
para afrontar los efectos de la pandemia?
Participación
de las compañías
Cada vez más organizaciones perciben la
necesidad de considerar el factor inflación en sus operaciones, al mismo tiempo
que preparan a sus supply chains
frente a lo impredecible, haciéndolas más resistentes, ágiles y adaptables. Por
ello, las empresas buscan nuevas tecnologías y procesos para desarrollar la
resiliencia y la versatilidad necesarias para adaptarse a las condiciones
cambiantes del mercado.
Como resultado, muchas compañías analizan
nuevas posibilidades en el diseño de sus supply
chains, esto a través de herramientas que usan datos sólidos y gemelos
digitales que identifican riesgos y posibilitan prepararse para futuras
interrupciones. Todo en un ambiente seguro y virtual antes de llevarlo a la
práctica.
Estas tecnologías de vanguardia representan
una importante ventaja competitiva para las organizaciones, ya que pueden
identificar brechas en la fase de conformación de sus cadenas y garantizar su
funcionamiento. También, las plataformas basadas en la nube pueden respaldar y
mejorar la financiación de las supply
chains, asegurando que las compañías realicen pagos oportunos a sus
proveedores, no sólo para conservar su lealtad, sino también, para asegurar
posibles líneas de crédito.
Finalmente, la inteligencia artificial
(IA) ofrece nuevas oportunidades y permite a las empresas prepararse para una
amplia gama de escenarios, en lugar de limitarse a una sola posibilidad. Con
ella, las organizaciones pueden pasar de antiguos modelos de diseño y
operación, a otros que priorizan la detección de posibilidades de riesgo y sus
soluciones.
En suma, las empresas que desarrollamos
tecnología para este rubro somos conscientes del enorme reto que se nos
presenta; por ello, desde una perspectiva apegada a la innovación y al
compromiso hacia nuestro mercado, nuestro visión se enfoca en ofrecer
soluciones que faciliten la digitalización y modernización de las cadenas de
suministro en todo el mundo; mientras que, para el caso de Latinoamérica y sus
organizaciones, nuestra propuesta está en ayudarlas a reducir –en la medida de
lo posible– el impacto inflacionario en sus supply
chains.
Al tiempo.
Fuente editorial:
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